Madeleine Aumont: 45º, 46º y 47º Apariciones de Nuestro Señor Jesucristo (1977-1978).

Revelaciones sobre La Cruz Gloriosa de Dozulé

Dadas en 50 Apariciones de Jesús en la HAUTE BUTTE-DOZULÉ, Francia, a la vidente Madeleine Aumont (1924-2016), durante 10 años: desde el 28 de marzo de 1972 al 6 de agosto de 1982, día de la Transfiguración de Cristo en el Monte Tabor.

CUADRAGÉSIMO QUINTA APARICIÓN

«Él da Su Gracia a todos aquellos que Le escuchan y proclama bienaventurados aquellos que dan a conocer Su Mensaje y lo ponen en práctica.»

Viernes 1 de julio de 1977, en la capilla.

El señor Cura se había marchado a Caen (o Bayeux) para ver al obispo. Sor Bruno estaba también ausente. Estaba yo sola con Doña T. en ese momento en la capilla.

Un ruido de crujido y el Arcángel Gabriel se presenta, a la izquierda del Santo Sacramento; me arrodillo delante suyo, pero él me hace una señal con su mano izquierda, que está libre, para que avance hasta el Santo Sacramento.

Me retiro pues, y cuando me arrodillo delante de Éste proyecta rayos rojos y blancos sin que yo Lo vea.

Seguro que Jesús está allí, pues me siento impregnada en Sus rayos.

El Arcángel me dice: «Le saludo.»

Me saluda con la cabeza y me dice:

«Piadosa hija ardiente de caridad, Dios ha establecido en Su Iglesia:
1° Apóstoles,
2° Profetas,
3° Doctores,
y cualquier otro que Él escoge.
[1]

Pero usted, en este mundo de hoy, apóstol y profeta, actúe con cada uno según su corazón; El Consolador le guía.

Dios ha dado a conocer lo que debe ocurrir mañana al alba, dando fe de todo lo que usted ha visto, oído y tocado de Jesús Cristo.

Pero ay del mundo a causa de los sacerdotes intrépidos que luchan y se niegan.

Dios es Ira contra esa falta de obediencia y Su Ira es cruel.

Pero, Jesús, el Dulce, el Sabio, es tan grande Su Amor por los hombres que quiere salvarlos a pesar de todo, pues esta generación es la más hipócrita y la peor, pero a causa de los sacerdotes inactivos y porque ha llegado el día en que Dios debe juzgar al mundo, Él da Su Gracia a todos aquellos que Lo escuchan, y proclama bienaventurados aquellos que dan a conocer Su Mensaje y lo practican.[2]

Pero usted, Madeleine, que tuvo el encargo de transmitirlo al sacerdote, escúchelo y correspóndale.[3]

Quédese en la Paz que Jesús le dio, medite en su corazón y rece, rece, porque Jesús llora por la degradación de Su Iglesia.»

El Arcángel desaparece, y luego los rayos que rodean el Santo Sacramento.

Luigi, Susanna Avoyne, Maddalena e Rolando Aumont

***

CUADRAGÉSIMO SEXTA APARICIÓN

«Tenga la bondad de entregar sus manuscritos al sacerdote designado por el hombre.»

Viernes 2 de diciembre de 1977 en la capilla

Después de la Luz, los rayos salen de la Hostia y oigo una Voz que me dice:

«Tenga la bondad de entregar sus manuscritos al sacerdote designado por el hombre.»

Eso fue lo que hice.

Manuscritto dei messaggi 44 quarto e quinto

***

CUADRAGÉSIMO SÉPTIMA APARICIÓN

«Satán la seduce.»

«Usted, Madeleine, que es la única señal visible para Mi Mensaje, ya no caerá más en el error.»

Viernes 3 de febrero de 1978 a las 18h 15, en la capilla.

Fui a la capilla por la tarde, desde las dos de la tarde hasta las cuatro, para adorar a Jesús. Volví allí de nuevo a las cinco y media después de haber dado la merienda a los niños que regresaban del colegio.

Creo que me sentí atraída hacia la capilla a esa hora. Oigo que dan las seis y cuarto en la iglesia.

No había más que una persona mayor, la Señora L. (Lericollais)

Yo me estremezco de gozo, ya que veo la Luz ocupar todo el sitio del Santo Sacramento, como las veces anteriores, es decir que ya no hay ni Santo Sacramento ni Altar.

Después Jesús se me aparece, con las manos tendidas hacia mí como para acogerme. Era tan feliz, pues no había vuelto a ver a Jesús en persona desde el 2 de enero de 1976 (fin de la Novena).

Jesús me dijo:

«Haga la Señal de la Cruz».

Él levanta los Ojos hacia el cielo, junta Sus Manos a la altura de Su Pecho, y dice:

«En el Nombre de Mi Padre de los Cielos, vengo a poner orden.

Satán la seduce. Después del Noveno día de las Promesas que Yo hice a la Humanidad, vino a perturbar Mi Mensaje. Pero escuche bien esto:

Jesús me mira:

«Cuando Dios el Padre envía al bienaventurado Miguel, la Luz precede siempre su venida y acuérdese de Mis Palabras; vendrán malos espíritus en Mi Nombre que les seducirán y llegarán incluso a sus casas como ángeles de luz[4]. No les crean, ellos les inducen al error. Estad alerta; ya está avisada. Vive el tiempo en que Satán se siente desencadenado y con toda su fuerza; pero el tiempo está muy próximo y vengo a vencer al Mal.»

Después Jesús baja las Manos como para acogerme y me dice:

«Usted, Madeleine, que es la única señal visible para Mi Mensaje ya no caerá más en el error.

De ahora en adelante, se lo ordeno, haga la Señal de la Cruz en cuanto una luz se le aparezca.»

Jesús me mira de nuevo, me sonríe y dice:

«Si es Satán, en ese mismo momento todo desaparecerá.»

Jesús me sonríe largamente y me dice:

«La Paz esté con usted.»

Y son las tinieblas.

Las Hermanas se habían marchado a la Misa de Brucourt; supuse que las puertas estaban cerradas y volví rápido a casa para escribir, y me encerré en el cuarto de baño.

Sólo esta puerta cierra con llave.

Apenas podía escribir de lo mucho que lloraba.

¡Qué tristeza sentía en mi corazón! había sido seducida por Satán, y Jesús, en Su gran Bondad, había venido para decírmelo.

¿Cómo no me di cuenta? Es cierto que no era mi culpa puesto que yo no era consciente. Fue sin duda por eso que Jesús vino a avisarme, con el fin de no volviera a caer en el error de la seducción de Satán.

Jesús, el Dulce, el Sabio, había venido para salvarme con Su gran Bondad, Su inmensa Misericordia.

Me dijo que hiciera la Señal de la Cruz cada vez que una luz se me apareciera.

Siempre lo haré.

***


[1] Cf. La carta a los Corintios, cap. 12, v.28.
[2] Cf. Decreto sobre el apostolado a los laicos, capítulo 1 párrafo 3.
[3] El Padre L’Horset, nombrado en Pont Farcy, por su obispo, deja la Parroquia de Dozulé. Y Madeleine se mantendrá informada por medio de la correspondencia con él, como Jesús se lo pidió.
[4] «Ángeles de luz» 2 Cor 11, 14.


Fuente:
https://forosdelavirgen.org/
https://croix-glorieuse-dozule.fr/es/citation-dodette-delannoy/
https://protocoloultimageneracion.wordpress.com/2012/08/23/la-gran-cruz-gloriosa-dozule-proteccion-para-la-humanidad/
https://nathaliedelaconcepcion.wordpress.com/2013/05/03/cruz-de-amor-de-dozul/
https://fr.wikipedia.org/wiki/Madeleine_Aumont

Las Apariciones de Jesús a Madeleine Aumont publicadas en este blog:
https://aparicionesdejesusymaria.wordpress.com/tag/madeleine-aumont/


 

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