Apariciones Nº 110, 111 y 112 de Nuestra Señora, en Peñablanca, Chile (1984).

Mensajes de la Dama Blanca de la Paz

Dados en 484 Apariciones en PEÑABLANCA-Chile, al vidente Miguel Ángel Poblete (1966-2008),  durante 5 años: desde el 12 de Junio de 1983 al 12 de Junio de 1988.

MARTES 19 DE JUNIO DE 1984    /    3:00 AM
APARICIÓN # 110
(NUESTRA SEÑORA; PEÑABLANCA)

Nos encontramos en una vigilia que comenzó en las últimas horas del día de ayer.

El vidente, ya en el Jardín Santo, ha comenzado a rezar el Credo, pausadamente. Luego reza los Misterios de Dolor. Su rostro, es de quien sufre. Ha caído bruscamente de rodillas y habla con sus brazos abiertos en cruz.

Hijos Míos, Yo me encuentro solo en los Sagrarios. Nadie Me visita ya y muchos no quieren comer Mi Cuerpo. Muchos no creen, pero de cierto os digo, que el Hijo del Hombre vendrá en Gloria y Majestad a Juzgar a todas las naciones.

Miguel Ángel dice: ¿Entonces me pusiste la corona?… ¡Ah!, yo, cuando me dijiste, no quería. Pero hágase la Voluntad del Padre.
Mañana vas a dar una sorpresa, ¿me va a doler mucho?

La gente se ve sobrecogida por la emoción, mientras aún hay dolor en la expresión de Miguel Ángel.
El padre Contardo dice por los micrófonos que se trata de la Pasión de Cristo.
Duele mucho, dice Miguel Ángel llorando.

Los peregrinos rezan con fervor.

Ahora el vidente ha caído de espaldas.
Miguel Ángel comienza a sufrir los estigmas de la Pasión de Nuestro Señor.
Perdónalos, dice. ¡Qué dolor!

Y Me siguen crucificando.

Los ahí presentes están visiblemente conmocionados.

Miguel Ángel aceza como asfixiado y dice, con mucho dolor: ¡Padre!
Le sale sangre de la cabeza y se queja de dolor en sus pies, al punto que deben sacarle los zapatos.
Ya más calmado dice: Ahora no me duele nada; me dolió mucho.

¡Pobre Jesús!, si te vieran así, no pecarían más.
Mañana la recibo con todo cariño y con todo amor, aunque me vaya en sangre. Yo creo que no, ¿cierto?

Sale del éxtasis a las 6 de la mañana, luego de lo cual, nos quedamos en profundo recogimiento.

Nota: En verdad todo esto ha sido muy impresionante, ya que es la primera vez que Miguel Ángel sufre los estigmas en su cuero cabelludo. La sangre escurría por su cara, marcada por un dolor ciertamente intenso.

***

MARTES 19 DE JUNIO DE 1984     /    6:00 AM
APARICIÓN # 111
(NUESTRA SEÑORA; PEÑABLANCA)

Continuamos en vigilia, y un temporal de lluvia y viento hace que nos mojemos, a pesar de los paraguas.

Miguel Ángel se ha persignado y cae en éxtasis.

Su voz cambia a una femenina (pierdo frases).

… vine al mundo a salvar almas. Siguen en contra mía… Entonces mi Corazón Inmaculado será tu Refugio.

Sí, dice Miguel Ángel, con su voz habitual.  No solamente para mí; para ti también, Óscar.

La misma pregunta os hago: ¿Seré Madre para vosotros? Porque yo soy la Corredentora y aquí vendrá el Ángel de la Concordia.

Yo soy Salud de los Enfermos que os ha dicho amaos mutuamente, porque yo soy la Madre del Buen Consejo. Mi Manto protector os cubrirá.

Os pido que prendáis todas las velas que tengáis y elevadlas al cielo.

Os amo, hijitos míos, y no quiero la perdición de ninguno de vosotros. He venido a Chile a salvar almas que van a la perdición, por causa de muchos.

He aquí el Monte Carmelo con las velas encendidas. Se darán el saludo de la paz.

Shalom laj Myriam, dice Miguel Ángel y luego canta el Shalom agachando la cabeza y con sus brazos abiertos.

Ahora es la voz maravillosa de Nuestra Madre del Cielo, la que nos habla nuevamente.

Hijitos míos, traigan todas las rosas que están aquí en el Santuario y presentadlas.

¿Todas?, pregunta Miguel Ángel.

Sí. Ah, ya, dice como entendiendo el pedido de la Santísima Virgen, y reafirmando con un movimiento afirmativo de la cabeza.

La Señora dice que todos abran sus paraguas.

Ahora Miguel Ángel canta el Ave María en latín.

Luego dice: Está dando una enseñanza.

Cuando vean a un niño que no tiene nada de ropa, en estos tiempos lluviosos, hay que darle y si no tiene donde dormir, dejadlo en sus casas, porque Dios premiará a todos aquellos. Quien hace eso, se lo está haciendo a Jesús.

Miguel Ángel afirma lo dicho con su cabeza y sonriendo dice: Nuestra Señora pide que todos cierren los paraguas. Luego agrega:

La Señora invita a todos aquellos que puedan, y si no pueden, también en sus casas, reunirse a la una de la madrugada aquí, luego a las cuatro de la madrugada.

Miguel Ángel se despide de Nuestra Señora y al salir del éxtasis, siente frío y tirita. El hermano Lorenzo Céspedes, que todos cariñosamente le dicen “compadre”, se saca su chaqueta y se la pone al muchacho.

Todos rezamos el Ángelus y luego bajamos del cerro, siendo ya las 7:10 de la mañana.

Nota: Hoy, Nuestra Señora nos permitió entrar al Jardín, en premio (el entrar al Jardín, es una Gracia que se nos concede, una inconmensurable Gracia de parte del Cielo).

Dice Miguel Ángel que la Señora está muy contenta.

El de hoy, es un temporal de lluvia y viento, que ha azotado a toda la región. A pesar de ello, considerando nuestras ropas mojadas y nuestra permanencia en el cerro bajo estas condiciones climáticas, nadie se ha retirado y lo que es más increíble, es que nadie se ha resfriado siquiera.

***

MIÉRCOLES 20 DE JUNIO DE 1984    /    1:00 AM
APARICIÓN # 112
(NUESTRA SEÑORA; PEÑABLANCA)

Llueve intensamente, casi en forma torrencial, pero a pesar de ello, aquí estamos en espera de la Madre de Dios. Nuestras ropas están mojadas, pero pareciera ser que todo esto no tiene importancia para los que deseamos seguir a su lado.

Miguel Ángel se encuentra ya en el Jardín Santo y después de un rato, se persigna. Ha caído en éxtasis y dice:

Luego de esta aparición, tiene una gran sorpresa; la que viene.

Tras un momento de silencio dice: La Señora está muy contenta. Ha cambiado la hora de las cuatro a las tres. La Señora pidió que no hicieran sacrificios ahora, cuando Ella no esté, o sea, cuando ya no haya aparición; o sea debajo del agua, porque se pueden resfriar. Se puede hacer cuando Ella esté, porque Ella los protege… (se pierden frases). Arriesgándose, culpa de la Señora no va a ser, va a ser de ustedes mismos. Ella, lo que quiere es que tengan devoción al Padre, a Ella, pero tenemos que cuidarnos también nosotros. Porque si lo hacemos de adrede el sacrificio, de estar debajo del agua, nos podemos enfermar y nos estaríamos matando nosotros mismos.

¡Adiós!

Miguel Ángel sale del éxtasis y todos nos cobijamos en las ramadas de los hermanos comerciantes, en espera de la próxima visita de Nuestra Señora.

***


Fuente:
https://www.virgenmariachile.cl/santuario/publicaciones/

Mensajes de Nuestra Señora de Peñablanca publicados en este blog:
https://aparicionesdejesusymaria.wordpress.com/tag/penablanca/


 

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