Augusta Reina de los Cielos, por el Venerable Luis Eduardo Cestac, Francia (1864).

Oración Completa a la Augusta Reina de los Cielos

Venerable Luis Eduardo Cestac, Francia (1801-1868) [1]

Augusta Reina de los Cielos, Soberana Señora de los Ángeles, tú, que desde los comienzos, recibiste de Dios el Poder y la Misión de aplastar la cabeza de Satanás, te suplicamos humildemente: envía tus Legiones de Ángeles para que, bajo tus Órdenes y Poder, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos a los abismos.

¡Oh!, Excelsa Madre de Dios, envía también a San Miguel Arcángel, el invencible Jefe de los Ejércitos del Señor en la lucha contra los emisarios del infierno entre los hombres, destruyendo los planes de los impíos y humillando a todos aquellos que quieren el mal. Obtén para ellos la Gracia del arrepentimiento y la conversión, a fin de que puedan dar honra al Dios Vivo, Uno y Trino y a ti.

¡Oh!, Nuestra Poderosa Protectora, por medio de los Resplandecientes Espíritus Celestiales, protege por toda la tierra las Iglesias, los Lugares Sagrados y especialmente el Santísimo Sacramento del Altar. Impide toda profanación y toda destrucción. Los Ángeles están a cada instante a la espera de tus Órdenes y arden en deseos de ejecutarlas.

¡Oh!, Madre Celestial, protege además nuestros hogares y a nosotros de las insidias del enemigo infernal; haz que los Santos Ángeles habiten siempre en ellos y nos traigan las Bendiciones del Altísimo. ¿QUIÉN COMO DIOS? ¿QUIÉN COMO Tú, MARÍA?, eres la Reina de los Ángeles y la Vencedora sobre Satanás. Eres Buena y Tierna Madre, tú serás siempre nuestro Amor y nuestra Esperanza.

¡Oh!, Madre de Dios, envíanos los Santos Ángeles para defendernos, y para rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Santos Ángeles y Arcángeles defiéndannos y guárdennos. Amén.

***


[1] En 1864, en Francia, la Virgen María se apareció ante un sacerdote y le enseñó una poderosa oración para luchar y derrotar los poderes del infierno.
El 13 de enero de 1864, el Padre Luis-Eduardo Cestac fue golpeado de repente por un rayo de Luz Divina. Vio demonios de demonios esparcidos por toda la tierra, causando una enorme confusión. Al mismo tiempo, tuvo una visión de la Virgen María.
Nuestra Señora le reveló que de hecho el poder de los demonios se había desatado en todo el mundo y que más que nunca era necesario rezar a la Reina de los Ángeles y pedirle que envíe las Legiones Angélicas para combatir y aplastar los poderes infernales.
«Madre mía», dijo el sacerdote, «eres tan amable, ¿por qué no envías a estos Ángeles por ti sin que nadie te pregunte? ”
“No”, respondió la Santísima Virgen, “la oración es una condición establecida por Dios mismo para obtener esta gracia. ”
“Entonces, Bendita Madre”, dijo el sacerdote, “¡Enséñame lo que quieras que te pidan! ”
Fue entonces cuando el venerable Luís-Eduardo Cestac recibió la Oración «Augusta Reina del Cielo». «Mi primer deber», dijo, «fue presentar esta Oración a Monseñor La Croix, obispo de Bayonne, quien era digno de aprobarla.
Después de cumplir con este deber, imprimí 500.000 copias y arreglé para que se distribuyeran por todas partes. (… ) No debemos olvidar que la primera vez que las imprimimos, la impresora se rompió dos veces.
Esta oración fue aprobada por el Papa San Pío X el 8 de julio de 1908.

  • Se recomienda que se aprenda de memoria.

***

13 de Enero
Año: 1864 / Lugar: Francia
Oración revelada por la Santísima Virgen
Venerable Luis Eduardo Cestac (1801-1868)

Venerable Luis Eduardo Cestac, Francia (1801-1868)

Breve reseña de su vida y de su obra

Luis Eduardo Cestac, testigo de una Iglesia al servicio del hombre, precursor de la acción social, promotor del desarrollo integral del hombre, fue un sacerdote diocesano nacido en Francia el 6 de enero de 1801. Creció y se formó en un clima de convulsión social, fruto de la revolución de 1794, punto de partida de profundos cambios a nivel mundial.
Tras cursar tres años en el seminario de Aire, Luis Eduardo Cestac, por sus condiciones y capacidad es enviado al seminario de San Sulpicio de Paris, para continuar sus estudios. De 1822 a 1831 ejerce como profesor en el seminario menor de Larressore. Es el momento en que Lamennais entusiasma a la juventud presentando el evangelio como fermento de todo progreso y presentando el cristianismo como fuente de todo perfeccionamiento social.
Luis Eduardo Cestac, ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1825, se ve relevado de sus funciones como profesor de filosofía, a causa de su simpatía por el nuevo movimiento.
Su nombramiento como vicario de la catedral de Bayona, el 27 de agosto de 1831, lo pone en contacto con el problema de la pobreza y la miseria.
Se siente particularmente interpelado por la situación de las niñas vagabundas, y en 1836 crea un centro de acogida para las niñas abandonadas en Bayona. Al año siguiente se encuentra ya implicado en la ayuda de las prostitutas de la ciudad. Con tal motivo adquiere, en 1838, una propiedad rural situada en Anglet, donde con la ayuda de sus hijas espirituales organiza un plan de reeducación sobre nuevas bases y convierte con muchísimo esfuerzo, lo que era prácticamente un arenal, en una granja ejemplar. Este último punto se destacaba sobremanera ya que la libertad era la base esencial de la nueva fundación.
En 1842 Luis Eduardo Cestac funda la Congregación de  las Siervas de María, a la que en 1851 añade la rama contemplativa de las Bernardinas o Silenciosas de María. Desde ese momento el Padre Cestac lanza a sus religiosas al servicio de las poblaciones abandonadas.
En 1857 el fundador es elegido presidente del Círculo de Labradores de Bayona, y en Octubre de 1865 el emperador Napoleón III lo condecora por su acción a favor de la agricultura y la ganadería.
Muere el 27 de Marzo de 1868, de una rotura de aneurisma, en Nuestra Señora del Refugio, en Anglet, lugar que se convierte desde entonces en casa madre de la congregación de las Siervas de María.
Su vida transcurrió a la luz de la consigna que le fue dada por María:

***


Todas las Oraciones en PDF publicadas en este blog:
https://aparicionesdejesusymaria.wordpress.com/oraciones/


 

Esta entrada fue publicada en Mensajes y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Augusta Reina de los Cielos, por el Venerable Luis Eduardo Cestac, Francia (1864).

  1. Pingback: Mi Libro de Oraciones Renovado – Horas de Reparación y Desagravio | Apariciones de Jesús y María

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.