«Rezad a Dios cada día y cada noche por la salvación de este mundo perdido y sin rumbo.»

Los días 7 de cada mes, desde Julio del año 2014, la vidente Isabel recibe Locuciones de Nuestro Señor Jesucristo, publicadas en el sitio: http://elpastorsupremo.es/

jesus_buenpastor3SÉPTIMO MENSAJE
7 DE ENERO, 2015

¡Oh Jerusalén, oh Sión[1]! ¿Dónde estabas cuando Yo sufría los agravios de este pueblo rebelde[2]?

El mundo está en tinieblas por culpa del pecado. De oriente a occidente hay un pueblo rebelde que no reconoce Mi Nombre[3], que vive según sus gustos y apetitos, que no ha descubierto la luz en sus vidas, que clama y pide pero no reconoce a su Dios, al único Dios verdadero sobre la Tierra. ¿Y quieres que tenga compasión de ti, Israel, pueblo Mío? ¡Cuánto tiempo te he esperado[4], cuántas noches en vela!, pero tú, pueblo Mío, no venías a refugiarte en Mis brazos, brazos de Amor y Misericordia. Una cosa tengo contra ti, pueblo Mío: que no quieres a tu Dios, a tu Salvador, al que murió por ti en la Cruz; y tú gimes y lloras por cosas vanas y materiales, pero no por tu Salvación; no clamas pidiendo Mi Santo Espíritu[5]. Clamas por cosas inútiles y vanas y quieres que Yo te lo conceda como prueba de tu fe, una fe vacía e inútil porque Yo no estoy en ella[6], una fe de un niño caprichoso y egoísta que sólo quiere su propio provecho, satisfacer su egoísmo, pero no busca el bien, no busca el amor, no Me busca a Mí; y os enfadáis contra Mí porque no respondo a vuestros egoísmos.

¿Dónde está tu fe, la fe en tu Salvador? La fe es amor, es compasión, es mirar hacia el cielo y buscar el Amor del Padre, es saber que amanece después de la noche, que todo está en Mis manos, que todo está en Mi Calvario, en Mi Pasión y que todo lo Mío es tuyo, y Mi Padre te escucha, y te dará lo mejor para ti y para tus hermanos[7]. Es velar con alegría, con paciencia y con fortaleza en las pruebas cotidianas, porque te sabes sostenido por el Único que puede sostener[8]. Es saber que te caes y no te vas a hacer daño, porque Yo estoy contigo para recogerte antes de que tu cuerpo se haga daño contra el suelo, porque te amo.

¿Dónde está tu fe, niño Mío, si no sabes que tu Padre te ama y vela y te cuida y te dará lo mejor para ti? ¿Dónde está tu fe si no sabes esperar Mi Misericordia, si coges rabietas como los niños que no conocen el amor de su Padre y sólo están pendientes de satisfacer sus deseos? Éste es Mi Pueblo, un pueblo seco porque no bebe en la única Fuente donde saciaría su sed, en la Fuente de Mi Corazón Santísimo, en la Fuente de Mis Heridas, caudal inagotable de Gracia y de Amor[9]. Quiero, deseo, necesito un pueblo fuerte, un pueblo robustecido por la fe y el Amor, un pueblo que espera en Mi Palabra, en Mi Amor por él.

¿Dónde iré con este pueblo, si Me abandona en la más pequeña encrucijada que se encuentra, si no conoce el Amor de un Padre que entrega a Su único Hijo por Amor[10] a él, que no mira el corazón maternal de Mi Madre, que no aviva su fe? ¿Dónde iré con este pueblo Mío, cuando llegue el tiempo de los dolores? ¿Dónde iré con este pueblo infantil y egoísta? ¡Despierta a la Luz, al Amor, a la Misericordia, a la entrega por amor, a la fe de los fuertes y robustos que dieron su vida por amor a Dios y a los hombres! Una fe que mueve montañas[11], que salva vidas y almas, porque reconocen a Su Maestro. Él es su guía, su protector en el peligro[12], de Él reciben toda enseñanza y no se dejan llevar por las modas de este mundo caduco que vaga sin sentido y sin rumbo, y que no podrá enfrentarse a lo que está por venir con su fe débil y enfermiza, con su fe hecha por ellos, no dada por su Hacedor.

¿Dónde vas, pueblo Mío, tú solo, sin rumbo, pensando que llevas la Luz de tu Salvador y sólo llevas una pobre luz propia que se apagará al mínimo soplo de las circunstancias dolorosas?

¡Despierta, pueblo Mío, a la fe de los fuertes, de los valientes, de los osados por El Evangelio, de los que llevan Mi Luz, irradian la Luz de la Gloria de su Dios! Son centellas ardientes que iluminan a su paso las tinieblas de la noche, porque Yo estoy con ellos, vivo en ellos, amo en ellos, son Míos y los amo, están en Mi Corazón[13].

Dad pasos valientes, no temáis, porque Yo estoy con vosotros y os protejo de todo mal. No tengáis miedo[14] de nada y de nadie, porque Yo, vuestro Dios, estoy con vosotros[15] y vengo para reinar y hacer justicia al pobre y al desvalido que ama la Luz y odia las tinieblas, que clama al cielo por amor y compasión de Mi Padre; él recibirá su salario, un salario de amor y de paz y en el cielo de vida Eterna. Pero, ¡ay de vosotros si os apartáis de la Luz!, porque las tinieblas ahogarán vuestra vida y, lo que es peor, ahogará vuestra alma para la eternidad[16].

No os dejéis embaucar por los charlatanes y vendedores de felicidad. ¡Sólo hay una Luz, una Luz, una Luz, una Verdad y una Vida!, y está en Mí, en el que murió por amor en la Cruz para salvar y redimir a todos los que vagaban en este mundo, presa del pecado y del mal, a todos los hombres que habían sucumbido al pecado y al mal. ¡Sólo en Él está la Luz!, en el Hijo del hombre[17] que vino al mundo y el mundo no le reconoció[18] porque vive ensimismado en él mismo, en un egoísmo que abre cada día las puertas del infierno a sus almas para tragarlas en el fuego eterno. ¡No, hijos!, no sigáis su camino, que en ese camino está vuestra perdición. ¡Sólo hay un Camino![19] Os lo repito, sólo hay un Camino y es el camino de la Cruz, donde está vuestro Salvador.

No temáis porque Yo estoy con vosotros, y no Me alejaré nunca de vosotros, porque os amo en un Amor Eterno. Preparad el camino al Señor[20], porque viene y ¿qué encontrará? Un pueblo sumido en el mar de las tinieblas, egoísta y borracho de sí mismo. ¡No, hijos!, no abandonéis a este pueblo Mío, luchad por él con las armas de la oración y el sacrificio y sed valientes para proclamar Mi Nombre entre aquellos que os odian por Mi causa[21].

Mirad que estoy a la puerta[22] y ¿qué encontraré? ¿Dónde está la cosecha[23] de Mi Sangre? ¿Dónde está vuestra fe en el Salvador?

Mirad que el tiempo se acaba y no hay cosecha. Las puertas del infierno se abren cada día para los que renegarán de Mi Nombre, y vosotros ¿qué haréis? ¿Dónde está vuestro trabajo en Mi mies? Yo os espero día y noche en vuestra oración[24], para daros luz y advertiros de los peligros que vendrán por causa del mal y del pecado. No abandonéis a vuestros hermanos[25], no los dejéis que sean tragados por la víbora infernal, no los dejéis desamparados y no hagáis las paces con el mal, ¡nunca! Siempre decid la verdad[26], sin miedo, con amor, con gratitud al que os sacó a vosotros de las mismas tinieblas en las que ahora se encuentran ellos. Hablad a todos[27] de Mi Salvación, de Mi Amor por todas las almas.

¿De qué Me sirve advertir, si no llegan a todos estos mensajes? ¿Es que acaso es sólo para vosotros, ovejitas de Mi rebaño[28]? No, es para todos los hombres, para los que se encuentran en valles de tinieblas y sombras de muerte[29]. Este mensaje será luz para ellos y cambiaré sus vidas. No temáis en sufrir por Mi Nombre, Yo os daré el consuelo y la paz y después en el cielo la Vida Eterna. Uníos a Mí cada día más, en un Amor eterno e insondable. Yo os amo tiernamente, sois Mi delicia y Mi amor y Mi consuelo, por vuestro corazón entregado por amor. Pero aún debéis vencer vuestras reticencias al miedo a ser criticados, reprobados por Mi Nombre.

Yo os digo: no tengáis miedo, porque vuestro Dios está con vosotros, y os ama, y os necesita porque sois Mis hijitos amados, los que Me consolaron en la Cruz porque vi el amor que un día tendrían en su corazón por Mí. Cómo deciros que os amo tan tiernamente, que ni una madre puede sentir este amor por su pequeño hijo recién nacido[30]. Cómo deciros el Amor de un Padre[31], que vela por vosotros con un Amor tierno y fuerte, que os ampara en todo momento. Cómo deciros, cómo hablaros de un Amor que no conocéis, porque sólo en el cielo os será revelado[32], pero aquí en vuestra vida mortal ya ha sido manifestado. Fiaros de Mí, confiad en Mí, confiad en Mis Palabras[33]. Un día Me veréis cara a cara[34], y comprenderéis lo que os digo; pero ahora debéis confiar en Mí. El Amor no se puede manifestar con palabras, pero vosotros ya habéis recibido la primicia de lo que un día viviréis en el cielo. Vivid en El Espíritu Santo. Él os guiará hasta la Verdad plena y os dirá todo lo que está por venir[35]. Sed obedientes a sus Santas Inspiraciones, sed dóciles a Su Soplo de Amor. Dejaos llevar por Él como pluma al viento; no pongáis resistencia, porque os necesita así: obedientes y dóciles.

Vuestra vida entregada es primicia de salvación[36] para los que viven en las tinieblas; no los privéis a ellos de lo que vosotros alcanzasteis por la Misericordia de vuestro Dios y Salvador.

Sed fieles a Mis Mandamientos; no os saltéis ni una tilde de ellos, porque en ellos está el Amor de Dios y vuestra salvación es vivir según el Amor de Dios. La paz está en vuestro corazón. Si hacéis lo que os digo, esa paz florecerá en vuestras vidas, porque tendréis el descanso del siervo que dijo: siervo inútil soy, sólo he hecho lo que debía hacer[37].

Yo estoy con vosotros: adelante con vuestra misión, nunca os dejaré solos. Dad a conocer los mensajes para que cuando venga en Gloria y Majestad encuentre un pueblo bien dispuesto. Llevad la Luz de la que sois depositarios por Mi Misericordia. Amén. Amén.

No os olvidéis nunca de vuestra Madre[38], cogeos fuertemente de Su mano. En Sus ojos brilla la dulce ternura del Amor que lleva en Su Corazón por vosotros, Sus hijos tan amados.

Rezad a Dios cada día y cada noche por la salvación de este mundo perdido y sin rumbo. Y para que el Padre atenúe todo lo que está por venir a este mundo por culpa del pecado y de la maldad de Satanás, príncipe de este mundo[39], que sólo quiere la perdición de todos los hombres, porque no soporta el Amor de Dios a un hombre frágil y pecador, pero tan amado por Dios que no se reservó a Su Único Hijo[40] y Le ofreció para la Salvación de todos los hombres.

¡Ánimo!, Yo os animo a luchar por Mi Nombre. Revestíos de la Luz y el Amor del Padre y el Espíritu de Dios. Nunca os faltará Mi Santo Espíritu: Él hará Su obra en vosotros.

Sois Mis hijos amados, no tengáis miedo. Que la paz de Dios que rebasa todo conocimiento mortal esté con vosotros y os aliente en vuestro camino, hasta que un día estéis Conmigo en la Vida Eterna. Yo os llevaré de Mi mano al Padre. Mis hijos tan amados: confiad en Mi Amor, dejaos conducir por Mi Santo Espíritu. Estoy con vosotros y os allanaré el camino porque os amo y ésta es Mi obra para la Salvación del Mundo.

Id y proclamad Mis Mensajes, para que el Mundo sepa de Mi Amor y Mi Salvación. Yo os guío y voy delante de vosotros, Mis hijos tan amados. Dejad que os ayuden, y ponedlo todo siempre en Mis manos.

Es tiempo de Salvación: la última Salvación, pues el tiempo se acaba.

Yo os consolaré en vuestras dificultades y sufrimientos.

Miradme en la Cruz y encontraréis la Fuerza que necesitáis para vuestra misión. Alegraos porque Yo he vencido al mundo[41] y os llevo en la Palma de Mi mano[42].

Los Ángeles os ayudarán en vuestro camino; no dejéis de invocarlos, es su misión, dejad que ellos la realicen. Confiad a ellos vuestros obstáculos y preocupaciones de vuestro camino.

Los santos interceden por vosotros, ellos conocen vuestro camino pues un día fue el de ellos.

En la vida y en la muerte sois del Señor[43], Único y Verdadero, dadle Gloria a Dios con vuestra vida, con vuestra misión que Yo os he asignado por Mi Misericordia. En la Cruz está la Gloria, la Gloria de los hijos de Dios.

Yo os llamo a predicar Mi Palabra y a difundir Mis mensajes. Este pueblo necesita de vuestra entrega, el pueblo que Yo he engendrado con Mi Sangre. No abandonéis a Mi pueblo, y honraréis Mi Sangre[44] vertida por Amor a los hombres.

El día está cerca: preparad los caminos al Señor porque Él vendrá vestido de Gloria y de Majestad a regir la Tierra, y ¿qué encontrará? Trabajad, trabajad, que está cerca la recolección, trabajad para que el Señor encuentre a Su pueblo despierto y preparado, para Gloria del que todo lo dio en la Cruz, para Aquel que entregó a Su Único Hijo por la Salvación de todos los hombres; para la Gloria del que día y noche clama con gemidos inefables[45] dentro de cada hombre por su salvación.

Trabajad y encontraréis vuestro descanso. Yo os espero. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo si pierde su alma[46]? Trabajad por el alma.

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[1] Jerusalén, Sion o Israel se refiere a la Iglesia, el nuevo Israel, y, en general, a todos los hombres, como se deduce del siguiente párrafo.
[2] Is 53, 3
[3] Jn 3, 19
[4] Éx 34, 6
[5] Rom 8, 5 y 26 ; Lc 11, 13
[6] Mt 7, 21-23
[7] Mt 7, 11
[8] Sal 46, 12 y Sal 54, 6 ; Gén 26, 24 y Gén 28, 15 ; Is 41, 10 ; Jer 1, 19 ; Hch 18, 10
[9] Jn 4, 10 y 14
[10] Jn 3, 16
[11] Mt 17, 20
[12] Sal 23, 1-6 ; Sal 46, 2
[13] Mt 13, 43
[14] Is 41, 10 y 13
[15] Dt 31, 6
[16] Lc 11, 35
[17] Jn 17, 3
[18] Jn 1, 10
[19] Jn 14, 6
[20] Mc 1, 3 ; Mal 3, 1-2
[21] Mt 5, 11-12
[22] Ap 3, 20
[23] Ap 14, 18 ; Mt 13, 39
[24] Mt 6, 6 ; Lc 11, 1-4
[25] Jn 13, 34-35
[26] Sal 45, 4-5 ; Sal 119, 30 y 43 ; Ef 4, 25 ; Jn 8, 32
[27] Mc 16, 15
[28] Jn 10, 27
[29] Sal 23, 4
[30] Is 49, 15
[31] Os 11, 4
[32] I Cor 2, 9
[33] Sal 146, 3 y 6
[34] III Jn 14
[35] Jn 16, 13 ; Jn 14, 26
[36] Lc 11, 33
[37] Lc 17, 10
[38] Jn 19, 26 -27
[39] Ap 12, 10
[40] Jn 3, 16 ; I Jn 4, 9-10
[41] Jn 16, 33
[42] Is 49, 16
[43] Rom 14, 7-8
[44] I Pe 1, 2
[45] Rom 8, 26
[46] Mc 8, 36

Nota: El director espiritual de Isabel escribe lo siguiente:
«Conviene tener presente que las citas bíblicas que van a pie de página no forman parte del mensaje, sino que son un añadido posterior: son sólo ilustrativas e indican una concordancia textual entre el mensaje y las mismas. Pero no se pretende demostrar o interpretar la Palabra de Dios a la luz del mensaje.
Al poner a disposición estos mensajes de todo el que quiera conocerlos se hace con la confianza de que un día gocen de alguna aprobación eclesiástica y en el sometimiento al juicio de la autoridad de la Iglesia en cuanto a su origen sobrenatural, pero con la persuasión de que no contienen nada que vaya en contra ni del dogma, ni de la moral de la Iglesia. De momento están acogidos al decreto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (AAS, 58, nº 16, de 29-12-1966) aprobado por el Beato Pablo VI permitiendo la publicación de escritos de esta índole. Ojalá contribuyan a la nueva evangelización que el Papa Francisco nos propone incansablemente.» http://elpastorsupremo.es/

Fuente:
http://www.elpastorsupremo.es/wp-content/uploads/2015/02/S%C3%89PTIMO-MENSAJE.pdf

Mensajes de la vidente Isabel publicados en este blog:
https://aparicionesdejesusymaria.wordpress.com/tag/vidente-isabel/ 

Enlaces a todos los Mensajes en PDF:
https://aparicionesdejesusymaria.wordpress.com/mensajes-actuales/

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3 respuestas a «Rezad a Dios cada día y cada noche por la salvación de este mundo perdido y sin rumbo.»

  1. rosalinda dijo:

    Pongamos en el Corazon unido y traspasado de Jesus y La Santisima Virgen Maria el agradecimiento por estos mensajes la luz para poder difundirlos y el Corazon del Mundo para que se convierta por la Conversion de Rusia,por EUA,por Venezuela y mi pais HONDURAS que el Senor nos otorgue su gran misericordia!!!

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  2. pajares95 dijo:

    seria para publicar todosamiga estos no tiene desperdicio. como aclara. ole

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