Día 18: «Unidad es ser UN CORAZÓN —Tener la mente puesta solamente en la imitación de Mi Corazón Inmaculado.»

103-inmaculado-corazon18º Día

«El centro de Mi Misión es traer todos los corazones a un estado de unidad. Unidad es ser UN CORAZÓN —Tener la mente puesta solamente en la imitación de Mi Corazón Inmaculado—. Éste es el camino a la santidad que Mi Jesús perfeccionó en Mí. Vengo a traerles todo lo que fue creado en Mí y todo lo que Yo aprendí. Amen sólo lo que es santo y bueno, y no sucumban ante la idea de pecar.

Les digo que para alcanzar la más profunda Paz y el Amor de Dios, hay que dar la vida por la Luz de esta Misión. La Unidad es el Espíritu de Mi Triunfo y la Luz de Mi Misión es la Paz. El cumplimiento de este Plan de Gracia Divina está en la conversión de los corazones, y ésta es la respuesta que Yo les pido.» (Agosto 10 de 1993)

Guía: Jesús escogió a Nuestra Señora para Su Compañera inseparable en Su Vida, Muerte, y Gloria, y en Su Poder en el Cielo y sobre la Tierra. Según Su Majestad, Él le dio a Ella, por medio de la Gracia, Sus mismos Derechos y Privilegios. Ella nunca recibirá menos. Por medio de esta Unión Celestial y por Su puesto en la Trinidad, Jesús concede a Nuestra Señora las Gracias Divinas de compartir completamente todo lo de Él y en medidas iguales. Éste es el objeto de la Inmaculada Concepción.

Dirección: Busca alegría en tu Consagración; cuando te humillen y te traten como último; cuando seas objeto de ridículo y tratado como tonto. Cuando seas censurado, aunque sea sin motivo, no trates de excusarte, no busques ser excusado por otros. No pongas obstáculos cuando otros revelen tus faltas. Cuando recibas una humillación no busques de quién viene, y si lo descubres, ten cuidado de no reprochárselo, y no demuestres que lo sabes. Al contrario, inclúyelo en tus oraciones por los demás. Busca una unión humilde con Dios. Responde, con la gracia de tu Consagración, a ser como ‘uno’ en la Misión de Nuestra Señora. El Triunfo de Su Corazón Inmaculado en nosotros sólo se podrá encontrar cuando tú te consideres como nada, porque es entonces que Dios llevará nuestra alma hasta las alturas de una Sagrada Unión.

Meditación: ¡Oh, Inmaculado Corazón de María! Te pido Tu Intercesión para obtener la Gracia de la humildad para mi alma; para que reconociendo la grandeza de la Obra de Dios en mí, pueda yo humillarme ante Su Presencia. Madre querida, ayúdame en los tiempos de persecución, ridiculez y ofensas para que yo pueda ofrecer los sufrimientos de mi alma por la gracia de Tu Triunfo. Que pueda ofrecerte una mente ingenua para que ésta, mi Consagración, sea más provechosa a Tu Inmaculado Corazón.

Ruego para que cada sufrimiento me traiga conocimiento al Divino Plan de Dios para Su Triunfo; y que el Reino del Sagrado Corazón de Tu Hijo pueda llegar a la culminación por medio de la Consagración de cada corazón unido al Suyo, a través del Tuyo.

«Si los insultan por el Nombre de Cristo, felices ustedes;
porque el Espíritu que comunica la gloria 
descansa sobre ustedes.»
(1 Pedro 4, 14)

 

z_corazon_m_falero_detailROSARIO DE LAS VIRTUDES

Nuestra Señora tenía en Su Mano izquierda un Rosario rosado y dorado, y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las Oraciones muy despacio y reverentemente, con mucho amor.

Queridos Míos: Estas Oraciones son para obtener las Virtudes. Se empieza con el Credo, luego la Consagración a Mi Corazón Inmaculado, y después El Ángelus. Posteriormente se reza la Virtud, seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la Oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente Virtud y así se completan las Siete Virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.” Octubre 1º de 1992.

Rosario de las Virtudes

Esta pequeña Coronilla o Rosario tiene 7 Misterios y 3 cuentas en cada Misterio.


† Por la Señal de la Santa Cruz…

Oraciones Iniciales

El Credo

Creo en Dios, / Padre Todopoderoso, / Creador del Cielo y de la Tierra. / Creo en Jesucristo,  Su único Hijo, nuestro Señor, / que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, / nació de Santa María Virgen, / padeció bajo el poder de Poncio Pilato, / fue crucificado, muerto y sepultado, / descendió a los infiernos / y al tercer día, resucitó de entre los muertos; / subió a los Cielos / y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. / Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. / Creo en el Espíritu Santo, / en la Santa Iglesia Católica, / en la Comunión de los Santos, / en el perdón de los pecados, / en la resurrección de la carne / y en la vida eterna. / Amén.

Consagración a La Santísima Virgen

Totus Tuus [1]
San Bernardo de Claraval, Francia (1090-1153)

¡Oh, Señora y Madre mía!
Yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
Te consagro en este día:
mis ojos, mis oídos,
mi boca, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Y ya que soy TODO (a) TUYO (a),
¡oh, Madre de Bondad!,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión Tuya.
Amén.

Ángelus

†† El Ángel del Señor anunció a María, que el Hijo de Dios Padre se Encarnaría en Sus Entrañas, para la Redención del mundo. Y Ella Concibió por Obra y Gracia del Espíritu Santo.

  • Dios Te Salve, María…

María Santísima lo admitió diciendo: “He aquí la Esclava del Señor; hágase en Mí según Tu Palabra.” (Lc. 1, 38)

  • Dios Te Salve, María…

Y el Hijo de Dios se hizo Hombre y vive entre nosotros.

  • Dios Te Salve, María…

Oración:
Te suplicamos, Señor, que infundas Tu Gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por el Anuncio del Ángel, el Misterio de la Encarnación de Tu Hijo, por los Méritos de Su Pasión y de Su Cruz, seamos conducidos a la Gloria de la Resurrección. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


FE

En las Tres Cuentas Pequeñas:

V: Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
R: Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

V: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R: Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Oración al Espíritu Santo: Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén. [2]


ESPERANZA

  • Padre Nuestro.
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…


CARIDAD

  • Padre Nuestro.          
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…


HUMILDAD

  • Padre Nuestro.       
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…


PACIENCIA

  • Padre Nuestro.          
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…


PERSEVERANCIA

  • Padre Nuestro.          
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…


OBEDIENCIA

  • Padre Nuestro.          
  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
  • Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón…

Oraciones Finales

¡Oh, María!

¡Oh, María! Transforma mi corazón como el Tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtudes. Toma mi corazón, querida Madre, consagrado como Tuyo propio, preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, ¡oh, María!, en hacer Tu Corazón más conocido cada día. Amén. [3]

Oración de Pentecostés

¡Espíritu de Cristo! Despiértame. ¡Espíritu de Cristo! Muéveme. ¡Espíritu de Cristo! Lléname. ¡Espíritu de Cristo! Séllame.

¡Oh, Padre Celestial! Conságrame a Tu Corazón y Voluntad; sé en mí una Fuente de Virtudes, sella mi alma como Tuya propia, para que Tu Reflejo en mí sea una Luz que todos vean. Amén. [4]

________________________
[1] 500 días de indulgencia.
[2] Mensaje del día 23 de Diciembre de 1991.
[3] Mensaje del día 19 de Marzo de 1993.
[4] Mensaje del día 7 de Junio de 1992.

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