«Rezad y ayunad. No es tiempo de fiesta, no es tiempo de vacaciones, no es tiempo de gozar y de festejar nada.»

Tomado del Libro: La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús
Dictados de Jesús a Marga
MargaLaVerdaderaDevoción


29-07-2000

Jesús:
Escucha Israel, esto dice el Señor: Auxiliarás a Israel, tu siervo, defendiéndole de toda la iniquidad, de todos los ataques de los apóstatas, que se quieren cernir sobre ellos. Defenderás a tu apóstol valeroso, recio, audaz. Le darás la llave de tu Reino. Le ceñirás la espada de la Gloria. Harás de sus enemigos escabel de sus pies.[1] Le darás las llaves del Tesoro de su Corazón. Serás su refugio, serás su aliento. Confiando en Ti, no perecerán. Amándote, triunfarán de sus enemigos.

Bendice Israel al Señor, bendice y alábale por las maravillas que hizo contigo.

Y despide este periodo de dones para recibir ahora el tiempo de los sinsabores. Sinsabores para los siervos de Yahveh, castigos para la humanidad, destrucción para los infieles. Horror y guerras. Temor y miedo. Pavor para los que no tienen a Dios.

¡Oh niña!, prepara a tu Ejército, pues vengo, vengo con el Poder de mi Majestad, rasgando las nubes del Cielo.[2] Vengo y caigo en forma de Ira sobre la pagana humanidad, pues no oyó ninguno, ¡ninguno! de mis llamamientos al arrepentimiento y al cambio de vida alabando a Yahveh. ¿He de quedar Yo impávido y mudo, sordo a sus insultos, paralizado ante sus obras de muerte? ¡¡No!! No puedo callar y omitir por más tiempo mi Juicio, evitar mi Castigo-Ira… Tiene ya lugar, que tenga ya lugar.

     No, Señor.

El tiempo ha sido ampliado por las súplicas de una Virgen y por sus hijos fieles, pero no puede dejar mi Justicia ya ningún tiempo más. He aquí que ya vengo. Vengo, Marga.

Temblad, temblad si no sois fieles a lo que el Señor pide ahora de vosotros.

     Señor, pero Tú eres Bondad.

Yo Soy Justicia. Yo Soy la Verdad. Yo Soy el Verdadero Amor.[3]

Gloria al Señor Dios Todopoderoso, en sus Ángeles, en sus Santos y en toda criatura de sus Manos, amén.

Puedes ir ya en paz, hija mía.


03-08-2000

Jesús:
Apunta, hija mía, pues voy a enviarte: Ve y diles: Se ha acabado el tiempo.

Quien esté en el campo, que regrese a su hogar. Quien esté ocupado en sus negocios y asuntos mundanos, lo deje todo y vaya a refugiarse en su Casa.

Ya vengo, ya vengo con mi Poder y Majestad, rasgando las nubes del Cielo. Vengo y caigo sobre vosotros, sobre mi pagana humanidad, sobre los buenos, sobre los malos. Vengo y no dejaré piedra sobre piedra. Porque construisteis, con mis materiales, edificios de muerte donde os albergáis y os creéis libres de la Mano y de la Venganza de Dios. Mira que Yo digo Oráculo de Yahveh que vendré y derribaré todas vuestras obras de muerte. Porque os creísteis superiores, vencedores y burladores de vuestro Dios y Señor. Y del Nombre del Señor nadie se burla,[4] nadie se ríe.

Mira que Yo-contigo —con vosotros— voy a constituir un Pacto, un Pacto de Amor, que rubricaré con mi Sangre, con mi Nombre en Sangre y que Yo quiero que vuestra firma se junte con la Mía como aceptación voluntaria de mi Palabra, mi Promesa y mi acción sobre vosotros, que es mi acción sobre la humanidad.

Mira que Yo os hablo y os digo ahora: ¡Venid! —¡Id! Porque no queda tiempo, el tiempo ya se ha acabado.

Venid a Mí y luego id a ellos y decidles que Yo no dejo ya más tiempo de conversión, que recojan todas sus cosas, que se queden sólo con las obras que dieron vida y se presenten así ante Mí. A quien no le dio tiempo de ataviarse con las vestiduras blancas —Oráculo de Yahveh— Yo digo que ya no le es dado más tiempo. Porque vendré y os sorprenderé, como entra el ladrón en casa ajena.

Pero mira que Yo con vosotros, os he hecho una advertencia y ahora os digo: ¡Convertíos!, por última vez: ¡Convertíos! El tiempo ha llegado. Mi Mano no detiene ya más la Ira de Dios, ella cae sobre la tierra: ¡Arrepentíos!

Advertid a los incautos. Sed vida para los que viven en muerte. Salvad las últimas vidas de salvación que Yo, en mi Bondad, he determinado que salvéis.

Pacto de Amor. Pacto de Temor. Pacto de Vida o Pacto de muerte. He aquí vuestra decisión. He aquí la parte que os toca, ¿cuál elegís?

Sí, diles que ya no queda más tiempo. Yo os lo he advertido.[5]

María vendrá para recoger a los últimos hijos, los últimos salvados del Desastre. Subíos a su Arca. Meteos debajo de su Manto. Es la única última salvación para vosotros. Ella ha querido venir. Abridle los brazos. Entrad en su Corazón. Su Corazón será vuestro Refugio y el Camino que os conducirá al Mar. —Así sea—

Gloria al Señor Dios Todopoderoso. Gloria a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo de entre ambos, Consolador, Vivificador, Santificador. Amén.

Mi Corazón queda ahora abierto. ¡Venid a Mí!


08-08-2000

Virgen:

     ¿Y Tú qué dices, Madre?[6]

Estoy triste, hija mía. Rezad, rezad, rezad. No existe ningún medio más para salvar España: rezad, hijos míos, rezad y ayunad. No es tiempo de fiesta, no es tiempo de vacaciones, no es tiempo de gozar y de festejar nada. Rezad, hijos míos, mis hijos muy amados, rezad por vosotros, por vuestros hijos, pues irremediablemente se os viene encima vuestra propia condenación. Rezad, sed fieles, rezad, ayunad, haced penitencia.

Se acerca el Día de Yahveh y sus huestes no están preparadas, su Ejército no está en formación de combate. Rezad, ayunad y disponeos, disponeos en torno a Mí. Formad Conmigo la «Coraza de Gloria», la Coraza que destruirá al enemigo. Pero antes, hacedle frente. Está Miguel y estoy Yo. Luchad, prietas las filas, con nosotros. Voy delante, seguidme.[7]

Da ahora la orden del Combate. Centinela, da ahora el aviso. Es el día, es el tiempo. Disponeos a luchar. Sed valientes, sed fuertes, no retrocedáis. Yo voy con vosotros, el Señor os protege y os protegerá. San Miguel ha sido enviado. Coge su espada y ve, ve tras él. Coge mi Arma (el Rosario) y embate contra el enemigo. Libra a los míos. ¡Marga!, ¡líbrales! Están indefensos, mueren, ¡Marga!, ¡da la voz!, ¡avisa! Marga, Yo te suplico, en el Nombre de Dios, da la voz de alarma. Ya. Es la hora. ¡Marga!, ¡mis hijos!, ¡Marga!…

_________________________

[1] Cfr. Sal 110,1; I Co 15,25; Hb 1,13.
[2] Cfr. Mt 24,30.
[3] El Señor está muy, muy apenado, no desea castigar a la humanidad, pero no le hemos dejado otra opción. Esto no me hace perder la paz. Sé por eso que es Él Quien me está hablando. Porque sí me invita a arrepentirme y a cambiar de vida, a darle todo lo que no le doy. A no retrasar más mi actuación.
[4] Cfr. Ga 6,7.
[5] Pensé en la Virgen.
[6] Ante la explosión de un coche bomba en Madrid, 11 heridos.
[7] La Virgen es supervaliente. Ves ir una Mujer sola contra un ejército y quieres ir tras Ella.

Sitio Oficial de La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús. Libros Rojo y Azul:
http://vdcj.org/ 

Dictados de Jesús a Marga publicados en esta página:
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